“Podrían creer ustedes que se está buscando el pasado del enfermo en el cubo de la basura, mientras que al contrario es porque el enfermo tiene un porvenir para ustedes es porque pueden seguir en sentido regresivo……Por paradójico que sea ,solo hay una manera de hacerlo: no viene del pasado sino del porvenir. En el análisis “algo” se realizará en lo simbólico bajo la forma del “habrá sido”.
J.Lacan(1)
Si abro el texto con esta cita de Lacan es porque quiero subrayar como metáfora un habrá sido en el que se inscribirán estas reflexiones personales sobre una historia que retorna al pasado desde el porvenir .
Esa lectura que desde el presente nos invita a recorrer la historia y muchas veces a resignificarla es ese camino que recorremos cotidianamente en nuestros consultorios, como narraciones singulares que cobran sentido con el corte gramatical de apenas un punto.
Hoy lo hago desde ese punto particular de inflexión que es un aniversario, el medio siglo recorrido que hoy festeja nuestro querido Centro Oro que sigue avanzando en su propio por-venir.
Mis reflexiones sesgan la historia del Centro desde mi recorrido en los espacios donde me incluí en la institución, ya hace largos años, dedicada a la actividad de transmisión de una teoría y una práctica que hacen a nuestro quehacer .
Una actividad docente que he podido desplegar en una Escuela de Psicoanálisis que siempre ha estado abierta a distintas posiciones que enriquecen con sus diferencias teóricas una práctica compleja.
En mi tránsito por la formación de las nuevas generaciones he dictado materias, seminarios y acompañado a los cursantes en su clínica a través de la supervisión o admisión de casos. .
Durante algunos años fui directora de la Escuela y también participé en la gestión del consejo directivo donde ocupe diferentes cargos directivos docencia, científica y la dirección de la institución.
El sostenimiento de ese lazo intenso con el Centro se sostuvo en el respeto a la libertad de pensamiento que el ámbito de la institución ha propiciado , una marca de origen recibida de su alma mater, Octavio Fernández Moujan .
Entiendo que esa generosidad ha sido una impronta indeleble que tal vez haya contribuido a que hoy podamos festejar con alegría estos 50 años de camino conjunto.
Se mantuvo así una marca que, anclada en una apuesta al lazo con el otro ,conforma una institución que, manteniendo su objetivo de asistencia a la comunidad, trabaja a la vez intensamente en si misma promoviendo una formación permanente e intercambios que introducen tanto la diversidad como el respeto por las diferencias.
Un contexto amable que invita al compromiso de sus integrantes.
La asistencia a la comunidad da debida cuenta de las razones de su gestación ,corría el año 1972 y se abría esa década compleja y convulsionada que devendría algunos años después en tragedia nacional, un contexto político y social donde el Centro encendía una luz diferente que iluminaba un espacio nuevo para los profesionales de la salud mental que en muy poco tiempo, aun no lo sabíamos, iban a ver tambalear sus lugares de trabajo, verse obligados al exilio o soportar el riesgo de la amenaza a sus propias vidas.
Breves trazos de una historia que precede y permite entender una necesidad que rápidamente se impuso, se trataba de contribuir a la formación de nuevas generaciones de profesionales que pudieran transitar más libremente por la teoría psicoanalítica, el instrumento conceptual que sostenía su práctica, sin las limitaciones de un discurso cerrado.
Un desafío para una teoría que debía abrirse en sus reflexiones a las condiciones de un contexto muy complejo, siguiendo también en este objetivo las huellas freudiana que no pudieron dejar de incluir la hostilidad como parte del fenómeno humano.
Pensar un trabajo de asistencia a la salud mental accesible a la comunidad, la posibilidad de intervenciones en crisis, la ayuda en situaciones sociales traumáticas entre otras demandas de la comunidad obligaron la apertura no solo a otras lecturas psicológicas sobre diferentes abordajes de los problemas que se presentaban, sino también hacia otros universos teóricos como la sociología y la filosofía, que permitieran un acercamiento más global a la naturaleza de lo humano, más allá del universo del consultorio .
Todas estas inquietudes decantaron, pocos años después de su fundación, en la decisión de la institución de crear, seis años más tarde, una escuela para graduados centrada en una transmisión amplia que busca reunir un cuerpo conceptual psicoanalítico abierto a diferentes lecturas que pueda sostener una práctica amplia y, porque no, una cierta audacia para la investigación en ese ida vuelta de la teoría y el ejercicio clínico que siempre abre nuevas preguntas .
El contexto de la creación de la Escuela que necesite mencionar fue determinante para que ella se asiente y mantenga una libertad de pensamiento que solo puede sostenerse en el cuestionamiento a un saber clausurado en sí mismo .
La clausura del saber deviene en verdad …en dogma …en sometimiento.
La pretensión de nuestra Escuela fue, es y será el intento de organizar una transmisión del conocimiento y de la práctica sujetada a sostener interrogantes e intercambio con lo otro, que es el otro, el semejante, no el Otro absoluto.
El lazo con el otro es sin duda el modo de funcionamiento por excelencia de ahí que en la institución también los departamentos y equipos promuevan el encuentro desde los intereses comunes y no desde la adscripción a verdades inmutables.
En la escuela esa modalidad se replica a través de, más allá de la transmisión de la teoría en las clases, promover el trabajo en grupos de admisión de pacientes y de supervisión de tratamientos estimulando esos lazos que sostienen la soledad de la clínica, tornándola más amable y compartida en esa tarea incesante de revisión constante de una transferencia que sin duda posibilita pero también obstaculiza a veces una práctica que siempre es compleja.
Toda esta descripción que fui compartiendo con ustedes me convocó a integrarme a la institución desde la función docente dando clases, supervisando, admitiendo pacientes con los cursantes y acompañándolos a muchos de ellos en el inicio de su práctica.
Es una experiencia de mucha satisfacción cuando nuestros cursantes, al terminar el ciclo de formación, ingresan en la institución y la enriquecen nutriéndose de nuevas generaciones.
Esta transmisión generacional es uno de los valores de esta institución donde la mayoría de sus miembros que han sido ex -cursantes de esa escuela hoy son compañeros con los que comparto mi experiencia, ocupan cargos directivos, de gestión, docentes ,supervisores, admisores de la Escuela o integrantes de los diferentes equipos.
Para concluir y dado que esta presentación es una comunicación en primera persona, donde recorro la historia de la institución y mi pertenencia desde un relato propio, me pareció oportuno acompañarme de la sabiduría de Nietzche quien afirma:
Hay tres modos por los cuales el viviente puede servirse de la historia;
“según cada uno hallaremos una ciencia histórica monumental, anticuaria o crítica. La primera proyecta al individuo en la acción y en el impulso; la segunda le inyecta un mero afán de conservación y de admiración por lo pasado; finalmente, la tercera lo reduce a una tarea de autointerpretación a partir del desarrollo de su historia propia.”(2)
La mirada de una historia que se abre a la interpretación permite que cada protagonista se apropie de ella dejando allí su marca. Esto es lo que hoy decidí transmitir.
Esa mirada es coincidente con un concepto muy caro a nuestra práctica : la convicción de que la historia se constituye siempre sobre los rastros de una realidad perdida . La consecuencia inevitable de que el acontecimiento haya mutado su consistencia en huella, nos conduce a abandonar la pretensión del encuentro con una verdad única.
Decepción para el espíritu que añora alcanzar el saber preciso sobre los hechos acaecidos y regocijo para el que disfruta interesándose en las diversas narraciones en las que se despliega cualquier historia que, necesariamente armada sobre retazos, tiene más de juego que de certeza .
Un juego que tiene mucho de constituído pero también de constituyente, ya que toda subjetividad encuentra en el dibujo de su propia historia un relato que sustentando una ilusoria identidad, le permite velar lo inasible de toda experiencia.
Dedico este escrito a todos y a cada uno con los que sigo compartiendo este largo camino colegas, cursantes, ,secretarias…a aquellos que han devenido amigos entrañables, a aquellos que han decidido elegir otro rumbo y muy especialmente a aquellos que lamentablemente hoy no pueden ya acompañarnos .
Citas bibliográficas :
(1)Lacan, J. Seminario I
(2)Nieztche De la utilidad y los inconvenientes de la historia para la vida (segunda consideración intempestiva)