De qué se trata el erotismo, sino de un habla, en tanto sabemos que las prácticas sólo pueden ser conocidas si son puestas en palabras. Un habla perpetuamente alusiva, ya que dichas prácticas en el imaginario actual se expresan fundamentalmente a partir de deseos, contextos, o sublimaciones.
El erotismo es exclusivamente humano: es sexualidad socializada. Lo que diferencia al erotismo de la sexualidad es la infinita variedad de formas en que se manifiesta, en todas las épocas y en todos los contextos. El erotismo es invención, variación incesante; el sexo es siempre el mismo. El protagonista del acto erótico es el sexo o, más exactamente, los sexos. El plural es fundamental porque, incluso en los placeres llamados solitarios, el deseo sexual inventa siempre una o varias, parejas imaginarias.
El psicoanálisis aborda la sexualidad en su conjunto y el erotismo, en concreto, como un efecto de discurso, donde el cuerpo está implicado en tanto que imaginario, simbólico y real; y en tanto, un cuerpo es algo más que el soporte físico del sujeto. Un cuerpo y su erotización transcienden la temporalidad y se adentran en los confines de la atemporalidad del inconsciente. Un cuerpo erotizado, es un cuerpo pensado, visto, capturado en la economía libidinal de un sujeto y es solidario con el instante en el que se inscribió como tal.
Los objetos son intercambiables, pero la sensación que erotiza es siempre la misma y encuentra su referencia en lo que Freud llamó, la sexualidad polimorfa del niño. Cada elección de objeto, es un retorno al pasado, nos dice Freud, en tanto las condiciones eróticas de cada uno, desconocidas para nosotros mismos, hunden sus raíces en una experiencia de satisfacción perdida para siempre.
En este nuevo número de Entrelíneas, hemos reunido algunos escritos que dan cuenta del eje conceptual que atravesó la actividad científica de este año 2019: “Una erótica de la época”. Temática que fue abordada desde las problemáticas que la clínica actual nos plantea. Los miembros del Departamento de Dolencias Orgánicas e Interconsulta, hacen su aporte para pensar las cuestiones del amor, la ficción y el tatuaje como una marca de época. Por su parte, Daniel Waisbrot se pregunta acerca de la pérdida de la sensibilidad y la empatía en los vínculos actuales, y Silvia Schupack pone sobre el tapete, el tema del desafío frente al contagio de HIV en las relaciones sexuales. Finalmente Irene Meler y Adriana Gullco trabajan las cuestiones de género desde la perspectiva psicoanalítica y como éstas nos atraviesan en nuestra práctica como analistas.
Por otra parte, en el apartado del F’Oro de Psicoanálisis del Centro Oro realizado durante este año 2019, presentamos trabajos en relación a dos temáticas: el de Agustina Reynal sobre “Neurosis obsesiva”, y los de Susana Salce y María Teresa Ferrari sobre “Suicidios: Perspectivas Teóricas y Clínicas”.
Además, el lector encontrará un Dossier de los trabajos de la Jornada Anual del Centro Oro de 2018, sobre la temática: “Amor, Odio, Indiferencia”.
Finalmente, abrimos una nueva sección dedicada a Nuevas Publicaciones. En esta oportunidad, presentamos el libro de Susana Salce: “Los niños y el fuego. Práctica hospitalaria en tiempos de crisis social”. Transcribimos un resumen de su Prólogo realizado por la autora, y la presentación de dicho libro que realizó Augusto Farb.
Por último, como editores, queremos agradecer tanto a los autores, como a todas aquellas personas que han hecho posible que esta publicación llegara a buen puerto.